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Secos y duros – así deben ser los fardos de paja para la construcción.

En estas latitudes se construye con fardos rectangulares “pequeños” de aproximadamente 46 cm de ancho x 36 cm de altura x 100 cm de largo. El ancho y la altura son valores fijos determinados por la máquina de enfardar. El largo es variable y 1 metro parece ser una medida muy útil: por un lado los fardos son bien manejables y por el otro lado es una medida apropiada para la construcción. Van amarrados con dos alambres o pitas de enfardar.

Enfardadora típica en acción

En el momento de querer comprar los fardos para la propia casa frecuentemente no hay mucha elección. Se compra simplemente los fardos más baratos en este momento. Pero lo barato puede resultar caro si los fardos no tienen la calidad necesaria para la construcción.

El material de partida son las hileras de millones de tallos de paja que deja la máquina cosechadora. Su calidad depende de la especie y del proceso de cosechar. Los fardos resultantes deben estar libres de maleza y basura y sin ningún síntoma de humedad o descomposición. Dimensiones uniformes y cantos bien definidos reducen los tiempos de instalación y la cantidad de estuco necesario.

Pesando un fardo en terreno

Imprescindible es el control de la densidad de los fardos: Debe ser mínimo 90 kg/m³ para poder entregar la resistencia al fuego y la aislación térmica deseada. Para el uso “portante” (sistema Nebraska) se recomienda densidades bastante mayores y uniformes, además de un amarre de alta calidad.

Una máquina enfardadora típica en buen estado logra fácilmente densidades mayores a 100  kg/m³. El desafío consiste en lograr fardos uniformes con densidades altas. Para esto el maquinista debe controlar la prensa y manejar la velocidad en función del tamaño de la hilera de paja. En caso de una producción especializada se puede aumentar la densidad considerablemente por medio de modificaciones al canal de la máquina.

Medición de la humedad de fardos de paja

Consciente de que la humedad es el peor enemigo de la paja, los productores de fardos prefieren enfardar después de mediodía. En realidad el clima del Valle Central es muy favorable para la producción de fardos secos. No obstante hay que tomar en serio los riesgos de humedad que se presentan cuando cae rocío matinal o en caso de precipitaciones en los meses de cosecha.

Del campo los fardos deben llegar a la obra. Generalmente quedan almacenados en algún lugar hasta encontrar su destino. Para que no sufren en los traslados deben tratarse con el máximo cuidado. El lugar de acopio deber estar absolutamente seco y protegido contra la intemperie, y en lo posible desratizado.

Si usted pretende construir este año con fardos de paja, tome en cuenta que justamente la cosecha está por terminar y las bodegas se están llenando de fardos.

Acopio de fardos

Si sus planes de construcción se concretarán recién en 2014 preocúpese a tiempo de su material de construcción e intente lo que parece lo más sencillo: mandar a enfardar con subsiguiente instalación. De esta manera podrá definir la calidad de “sus” fardos y evitará gastos y pérdidas por transporte y almacenamiento.

… pero bueno, atenerse a las estaciones de la naturaleza parece un desafío mayor
en tiempos de centros comerciales omnipresentes y siempre abiertos!