Prevención constructiva del sobrecalentamiento de la edificación

Hace 25 años se construyen las casas en Chile con aislación térmica reglamentaria en el techo.  Aún así, en las zonas con veranos calurosos, parece que los últimos pisos se sobrecalientan igual o más que antes de la entrada en vigencia de la reglamentación térmica. La mala noticia es, que esto no va cambiar con la nueva reglamentación que entrará en vigencia a fines de este año. La buena noticia: Existen soluciones constructivas que reducen notablemente el sobrecalentamiento.

El sobrecalentamiento de la vivienda no solo es un problema de confort, sino que también puede suponer un riesgo para la salud de los habitantes.

¿Por qué se sobrecalientan las casas?

En verano caluroso, el calor entra a la vivienda por tres vías:

  • Por el techo, mediante radiación y conducción.
  • Por las ventanas cerradas con orientación oriente y poniente, generando un “efecto invernadero” en la casa.
  • Por las ventanas y puertas abiertas, mediante convección.

En verano, el calor entra por el techo, por las ventanas abiertas y por las ventanas cerradas.

Las ventanas con incidencia solar simplemente requieren sombra – ¡por el exterior!

Durante las horas de más calor es tentador abrir las ventanas en búsqueda de una brisa agradable. Desafortunadamente, esto sólo da como resultado que entre más calor. Lo mejor es mantener todo cerrado y encender un ventilador. Para cambiar el aire bastan 5 a 10 minutos de ventilación cruzada.

¡Más complicado es el techo! Si no está construido pensando en el sobrecalentamiento, es poco lo que puede hacer el usuario.

3 estrategias para reducir el sobrecalentamiento del techo

Nuestra reglamentación térmica, la versión vigente y también la nueva, se limita a la protección térmica de invierno, eso es la pérdida de calor.

En verano, al contrario, nos tenemos que proteger contra la ganancia no deseada del calor. El techo se calienta con la radiación solar que incide sobre él. Prevenir que el calor del sol se transmite hacia el interior de la edificación requiere una combinación de medidas.

3 estrategias para reducir el sobrecalentamiento vía techo: Reflexión – ventilación – aislación.

Estas son las estrategias:

1. Reducir la energía absorbida por la cubierta, mediante materiales y tratamiento superficial adecuado

Hoy existen, para las cubiertas de zinc, pinturas de alta reflectancia, que reducen la temperatura del metal y con ello la energía que se puede transmitir al interior.

2. Evacuar energía térmica mediante la ventilación del techo

El típico entretecho requiere ventilación, en todos los climas y durante todo el año. El objetivo es evacuar las humedades menores que podrían entrar a este espacio, desde abajo mediante difusión y convección de vapor, y desde arriba mediante filtraciones de agua.

Para combatir el sobrecalentamiento se debe aumentar la capacidad de ventilación considerablemente. El imagen objetivo es una cubierta que genera sombra, sin enclaustrar el aire caliente, o sea ¡un techo quitasol!

Importante es la planificación y ejecución correcta de la capa de aire ventilada, con las entradas y salidas de aire correspondientes. El aire debe fluir encima del aislante y debajo de la cubierta.

3. Reducir la transmisión de calor mediante aislación térmica

La principal medida es la aislación térmica, la misma que sirve en invierno. Siempre debe ser continua y hermética por la cara inferior. Medidas complementarias son materiales estructurales de baja conductividad térmica (madera es preferible en comparación con metal) y superficies reducidas de contacto (planchas PV8 son preferibles ante PV4).

Esquema de un techo ventilado, con un entretecho y con cámaras de aire ventiladas.

 

La ventilación del techo – un desafío

Las posibilidades de ventilar una techumbre son tan variadas como lo son los techos.

Lo que mueve el aire de forma natural son los desequilibrios termodinámicos: las diferencias de temperatura y de presión, o sea el efecto chimenea y el viento. El efecto chimenea es más confiable y por lo tanto, de preferencia, se planifica el flujo de aire desde abajo hacia arriba, desde el alero hacia la cumbrera. La instalación de extractores mecánicos especializados puede ser útil o necesario.

Los techos mediterráneos que consisten en una losa con sobrecubierta metálica son especialmente complejos de ventilar. No obstante es indispensable generar las aberturas correspondientes, para la protección veraniega como la de invierno. En caso contrario, el último piso se sobrecalentará en verano y en invierno la construcción se puede humedecer y perder la protección térmica.

La nueva reglamentación térmica exige para vivienda: “Los complejos de techumbre que contemplen entretecho, deberán considerar una rejilla, celosía u otro elemento que permita la ventilación cruzada, a través de los frontones, las cumbreras o los aleros.” Esto se considera al absoluto mínimo para el caso invierno.

Un techo quitasol. Casa ÜNUN, Luján, Argentina. RBK Arquitectura.

Los veranos son cada vez más largos y más calurosos. La construcción de un techo debe proyectarse para una vida útil de 50 años o más. Por eso, en muchas partes de Chile ya es necesario comprender la función de la cubierta tanto como “paraguas”  como “quitasol”.

 

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