Pese a que las construcciones consumen un cuarto de la energía y son responsables de un tercio de los gases de efecto invernadero, nuestro país aún está lejos de alcanzar un confort térmico aceptable, comparado con países desarrollados.
Este año el invierno se ha caracterizado por sus bajas temperaturas, obligando a las familias a buscar distintos métodos para calefaccionar el hogar, los cuales muchas veces influyen en la mala calidad del aire, tanto en Santiago como en la zona sur del país.
El problema se agudiza, si se considera que las edificaciones en nuestro país, consumen un cuarto de la energía y son responsables de un tercio de los gases de efecto invernadero. Peor aún, se estima que pasamos alrededor del 80% de nuestro tiempo al interior de edificaciones, en condiciones térmicas poco confortables durante una gran parte del año.
Esta realidad dista mucho de lo que ocurre en Alemania, donde las temperaturas pueden llegar fácilmente a los -15ºC en invierno, por lo que aislar los edificios es una medida muy importante para ahorrar energía y disminuir la cuenta en calefacción.
En este escenario, Camchal, Cámara Chileno Alemana de Comercio e Industria, realizará a partir del próximo 16 de agosto el curso “Eficiencia energética y sustentabilidad en la edificación” que consta de 9 módulos donde se tratará a fondo esta problemática, para culminar con una delegación que viajará a Alemania en septiembre para conocer en terreno la experiencia y las tecnologías que se aplican en dicha nación.
Para la arquitecta y experta Camchal, María Blender, acondicionar una vivienda térmicamente contribuye al ahorro de energía en el hogar, mejora el confort térmico y evita la humedad, permitiendo además menores emisiones de CO2 y menor contaminación atmosférica de las ciudades. Además con una temperatura más agradable en las viviendas, se asegura una mejor salud para sus habitantes.
“El tema es preocupante ya que se estima que en Chile al menos el 90% de las personas no tiene un confort térmico suficiente, gastando mucha energía, cifra que en el país germano es a la inversa. Por eso es importante que la eficiencia energética de un edificio se vea de manera integral, considerando no solo la construcción térmica, sino que también la calefacción. Por ejemplo, el buen funcionamiento de la calefacción central, depende de la construcción de la losa radiante, de la eficiencia de la caldera y de la red de distribución, donde el equilibrado hidráulico es un elemento clave para la eficiencia”, advirtió.
La reglamentación térmica se implementó hace más de 15 años en Chile y todavía está lejos de cumplir con los objetivos que se esperaban, asegura Blender. “El mayor desafío es reducir la pérdida de energía, consecuencia de la ventilación obligatoria por las estufas y la combustión al interior de las viviendas, incluyendo los calefactores a leña de última generación. Esta pérdida puede causar la mitad de la demanda energética de calefacción. Efectivamente, la buena ventilación hasta el día de hoy es un asunto desatendido por las autoridades. Las propuestas oficiales, mayor hermeticidad y extractores de aire, probablemente no lograrán descontaminar los hogares. Al contrario, pueden generar nuevos problemas”.
Nota publicada en www.revistaei.cl