Después de habernos quejado durante meses por el frío ahora llegó la hora de quejarnos por el calor agobiante.
Caminando por las calles, por el lado con sombra si es que hay, podemos observar las estrategias recurrentes para mantener las casas y departamentos frescos: ventanas cerradas, ventanas abiertas, velos, cortinas interiores y exteriores, claras y oscuras, persianas y postigos (éstos solo en las casas antiguas), toldos, aleros y salientes de las fachadas … ¡hay de todo!
Parece bastante lógico que tenemos que evitar que los rayos solares lleguen a la ventana. ¿Pero es mejor abrir las ventanas o a caso mantenerlas cerradas? Veamos …
Condiciones meteorológicas
El siguiente gráfico muestra 4 curvas meteorológicas para un típico día de esta temporada:
- La curva solar, en línea punteada amarilla, amanece antes de las 6 de la mañana y termina tipo 8 de la noche con la puesta del sol.
- La temperatura del aire, la curva roja, tiene su máxima después de las 3 o 4 de la tarde, a veces sobre los 30 grados, y la mínima, ojala cerca de 10ºC, justo antes del amanecer, o sea antes de que el sol comienze de nuevo a calentar la faz de la tierra .
- La humedad relativa de aire, en línea azul, alcanza en la noche valores mayores a 50%, pero en el día está debajo de 30% .
- El contenido de humedad en el aire, la línea celeste, medido en gramos de agua por cada metro cúbico de aire, se mantiene casi constante, oscilando alrededor de 8 o 9 g/m³.
En el interior de la casa nos gusta tener una temperatura entre 20ºC y 25ºC y una humedad relativa del aire de entre 40% y 60%. Al menos estos rangos se consideran “confortables” y “saludables”.
El gráfico nos confirma que tanto la temperatura como la humedad relativa durante el día están fuera de lo deseable. ¡El calor seco explica nuestra sed! Solo durante la noche, aproximadamente desde las 9:00 de la noche hasta las 9:00 de la mañana, encontramos una humedad del aire conveniente para nuestro bienestar, y la temperatura es agradablemente fresca en comparación con el día.
Ventilación nocturna
Tenemos que aprovechar las condiciones benéficas de la noche, abriendo la ventana y dejando entrar el aire refrescante. En cambio, en el día es mejor mantener la casa cerrada, salvo que tenemos que ventilar la cocina o el baño por el exceso de humedad o por olores.
El aire frío de la noche no solo nos trae la humedad anhelada, también ayuda a bajar la temperatura de la casa. La “ventilación nocturna” es una técnica de refrigeración sustentable por excelencia: una manera inteligente de aprovechar de manera pasiva la masa térmica con cero o mínimo gasto energético. Se utiliza en edificios de oficina, y puede reemplazar el aire acondicionado parcial o completamente, dependiendo del clima y del diseño del edificio.
Este efecto de refrigeración por medio de ventilación durante la noche es mayor en construcciones sólidas y con aislación térmica, especialmente en el techo.
Ganas de abrir la ventana
Igual nos da ganas de abrir la ventana en el día. Es porque disfrutamos del alivio que nos trae la suave corriente que se genera con las ventanas y puertas abiertas. Pero esta brisa es engañosa: Por el momento la sentimos muy agradable, pero lo único que nos trae es más calor seco al interior de la casa.
Por lo tanto es recomendable:
- Ventilar de noche, lo más que se puede: Enfría la casa y humedece el aire que respiramos.
- En el día, al menos durante las horas más calurosas, mantener las ventanas cerradas: Dejar el calor seco afuera.
Se recomienda leer también: Como combatir el calor al interior de la casa. Esta publicación del año pasado incluye 8 consejos útiles contra el calor en la casa.
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Foto: http://blogs.vancouversun.com/2012/07/26/hot-day-windows-open-closed
Gráfico: Elaboración propia